lunes, 13 de mayo de 2013

POR UN SISTEMA DE TRANSPORTE ESTATAL Y SINDICATOS AUTÓNOMOS


En la última semana se desarrollaron cinco días de huelga en el gremio de transporte de larga distancia, en la que los jefes sindicales liderados por Roberto Carlos Fernández tuvieron una posición de connivencia con las patronales del sector.

Este hecho político que dejó durante ese lapso de tiempo a más de trescientas mil personas varadas, sin la posibilidad de trasladarse a sus hogares, y por ende a sus lugares de trabajo, generó sin duda alguna un malestar social enorme.

Desde la Corriente Socialista Militante, sostenemos que este paro tuvo un claro carácter de lock out patronal, a partir de que el gobierno otorgara el 23%. Por ello, y entendiendo que el transporte de carga y de pasajeros, terrestre, fluvial y aéreo es un derecho y un servicio público, éste debe estar en la órbita estatal, lo que garantizaría que el servicio sea de calidad y a bajo costo, justamente utilizando la rentabilidad que hoy se apropian los patrones.
Por supuesto que estamos a favor de la lucha obrera por mejores condiciones de trabajo, salubridad y salario. En el caso particular de este conflicto también estuvimos y estamos de acuerdo en lo que hace al reclamo salarial. Pero es de una claridad supina, que a nadie se le escapa, que su dirección -el Sr Fernández y cía.- y sus móviles subjetivos fueron hacer jugar a los trabajadores como fuerza de choque contra el gobierno. No importaba si lograban el 23% de aumento salarial.
El activismo sindical en general, los partidos que se reclaman representantes de la clase obrera, deberían haber apelado a la conciencia de clase de los trabajadores del transporte, para romper el seguidismo de los jefes sindicales y dejarlos como furgón de cola a la inmensa mayoría de colectiveros atándolos a un reclamo patronal.
La UTA se ubicó de manera clara en la trinchera patronal, ya que la actitud de ésta fue y es reclamar subsidios por la falta de rentabilidad y para otorgar el aumento salarial.
La UTA tendría que haber exigido al gobierno nacional la estatización del servicio de transporte de pasajeros, bajo control de los trabajadores, Reclamar una política de transporte desde una perspectiva social, con un ferrocarril digno y a precios asequibles, que elimine el monopolio de los micros en el transporte de pasajeros.
Es un error del gobierno de Cristina Kirchner  sostener alianzas con esa burocracia corrupta, como es el caso de la UTA, o como la ferroviaria que costó la vida al militante del PO, Mariano Ferreyra.
Apelamos a la formación de corrientes antiburocráticas desde la propia base que sostengan su autonomía del gobierno y que deslinde expresamente con los patrones y la oposición de derecha.
Informe de Prensa: El Militante

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