jueves, 1 de noviembre de 2012

Lo que es básico enseñar

Compartimos un articulo escrito por la escritora Gladys Seppi Fernández sobre un tema de sumo interés-La Educación-

SABER PREGUNTAR, SABER RESPONDER

Uno de los objetivos centrales de la escuela- en todos sus niveles- es lograr un cada vez más agudo grado de comprensión lectora lo que supone- es una técnica de estudio esencial- ver con más agudeza, profundidad y amplitud la realidad que se nos transmite a través de cualquier medio que eduque, es decir que mueva el razonamiento y la conciencia hacia un nivel superior.

Para lograrlo se guía al educando a separar ideas de cada párrafo, señalar ideas principales distinguiéndolas de las secundarias, resumir elaborando un juicio crítico personal y transferir a la vida lo aprendido, ya que es de suponer que ya finalizando la tarea, el lector cambia, mejora, crece, aprende a ver más y mejor mediante el proceso lector.

Si el alumno no comprende consignas, preguntas, ideas principales de un texto, por cierto no puede responder ni avanzar en el conocimiento. El que comprende acertadamente puede responder asertivamente, tanto en las materias escolares como en las de la vida diaria, - que ¡vaya si nos cuestiona¡- lo que significa que podrá encontrar las mejores respuestas a sus problemáticas y hacer las mejores elecciones.

Las ciencias, cuyo principio movilizador es la búsqueda de la verdad, se mueven buscando la verdad, la grande, la que responde a las preguntas existenciales como ¿qué misión he venido a cumplir en el mundo? y las pequeñas verdades que hacen a la vida cotidiana del hombre. Yendo tras lo verdadero cada ciencia nace, crece, avanza y se consolida a fuerza de cuestionamientos, preguntas y permanentes refutaciones que no hacen otra cosa más que afirmar sus hipótesis- si se transita el buen camino- o derrumbarla- cuando se va por un camino equivocado.

Sólo lo que es demostrado puede ser aprobado. Aprobado en el sentido de aceptado y también en el que le damos cuando “nos sacamos de encima una materia” y podemos pasar a la siguiente, por ejemplo.

Los docentes solemos actuar muy seguros por ese camino. Entendemos que es básico enseñar a traspasar la superficie de las cosas y situaciones, indagar, explorar tras sus barreras y buscar lo esencial, como propone el filósofo y educador Rubem Alves cuando dice: “educar es enseñar a ver, es abrir los ojos, es lograr el darse cuenta”.

Las preguntas directas, claras y agudas formuladas por los alumnos de Harvard a la Presidente Argentina, revelan, del lado del preguntador- cuestionador, una auténtica preocupación por la suerte del pueblo argentino, su bienestar y futuro, hoy en manos de un gobierno que pasará dejando sus marcas más o menos superables en la medida en que el pueblo, la mayoría, aprenda a leer mejor, más allá de los gestos, de los superficiales meneos, atendiendo a lo profundo de los significados. Para la interpretación de muchos fueron preguntas directas, auténticas aunque limitadas porque no hubo espacio a la refutación. Por ahora siguen siendo evaluadas.

Las respuestas de la Dra. Kichner, también aún sujetas a evaluación, fueron juzgadas, a priori y mediando empatías o antipatías, consideradas como muy astutas (¿debe leerse inteligentes o pícaras y evasivas?), o absolutamente elusivas de la verdad, (¿podemos decir mentirosas?), en lo profundo de sus significados.

Porque: ¿en realidad no existe inflación, ni cepo cambiario, ni enriquecimiento, ni corrupción, ni control y hasta persecución de quienes piensan diferente, la prensa, por ejemplo? Los alumnos de Harvard deben haberse quedado con grandes deseos de refutar, en tanto la cuestionada parecía querer huir no sin antes dejar un tendal de heridos entre quienes se atrevieron a intentar desnudar los puntos endebles, mentirosos, de su gestión.

En las buenas escuelas se enseña a leer, a preguntar y preguntarse. Resulta interesante, además, someter las propias ideas a la suma de visiones del grupo que hará, con el aporte de sus puntos de vista, una más segura, cierta y firme verdad.

Esperemos que los docentes y alumnos argentinos, sientan las situaciones vividas últimamente como una experiencia positiva que nos enseña a persistir en la búsqueda y defensa de lo que, por ser verdadero y

afectar de manera radical la suerte de los ciudadanos, merece que no haya desmayos. Mucho se está adelantando por fortuna en el aprender a preguntar y responder, lo que contribuirá a la consolidación de una personalidad argentina que no admite, ya más, ser tratado como el interlocutor al que se le puede decir cualquier cosa: total no entiende, nada de nada de lo que se habla, de lo que se pregunta, de lo que se responde.

Gladys Seppi Fernández
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2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Es así muchos/as educadores deberían leerlo, sin quieren apostar algo positivo a la sociedad, o seguir en decadencia como estamos, gracias Magda

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Gracias por su comentario