En plena campaña electoral rumbo a las elecciones de Octubre dirigentes políticos empiezan a ser cuestionados públicamente en los medios de comunicación, alguno por su relación con personajes que están identificados con causas de corrupción*, otros con posibles vinculaciones con narcotraficantes; como en muchos países los grandes partidos políticos, los que siempre van ganando las elecciones están permeados por la corrupción y los corruptos. Algunos de los cuales terminan pagando la financiación de la campaña electoral de algunos frentes o partidos, comprando voluntades, Y si fuera necesario torciendo voluntades también, en el parlamento.
Como dice el tango, podíamos afirmar sin equivocarnos un nuevo eslogan, Argentina siglo XXI cambalache, problemático y cruel.
Recordemos que una de las principales causa de preocupación en la comunidad Argentina son justamente estos hechos vinculados a la corrupción y a la violencia.
Pareciera haber quedado lejos los ideales de un país pujante y en pleno desarrollo.Una Argentina donde los extranjeros querían venir a vivir por el potencial de todas sus riquezas naturales y la bondad de su gente.
¿Qué podemos hacer ante estas situaciones de perdida de credibilidad de políticos, empresarios y hasta de algunos medios de comunicación?
Es hora que los ciudadanos despertemos al adormecimiento que nos han sometido los distintos sectores del poder para darnos cuenta que el verdadero poder radica dentro de nosotros mismos.
Que somos nosotros los que podemos modificar esta realidad que nos circunda, que podemos oponernos a lo que realmente no nos gusta y causa malestar social.
Que nuestra herramienta en democracia no solo es el voto sino asumir que tenemos voz y que debemos ser escuchados, tenemos que aprender a utilizar todos los resortes que nos permite el ámbito de la democracia para efectuar nuestros reclamos, cumpliendo con nuestros derechos pero también haciéndolos respetar.
Néstor Salgado
